(Ricardo Perpén/Miguel Bañón)
¡Qué pasó? ¡Qué pude hacer? Miénteme un poco más. Ya no me ves igual, dímelo, qué más da. Terminó a mi pesar, yo nunca quise que acabara mal. No tienes corazón. Fijación, obsesión, mírame, siéntelo. Pensar, pretender, si al final cambiaré. No soy para ti, con más razón podrás decir: No tienes corazón. Así es como sigo solo, vagando más cada vez. Así es como sigo vivo, soñando más cada vez.